miércoles, 25 de noviembre de 2015

Musica en Sonora

La Música ha sido una expresión humana con gran historia. No sólo depende de su contexto inmediato, nace de las diversas expresiones culturales, de los sistemas de creencias estéticas que imperan en las sociedades, de la actitud de sus compositores y la visión que de ella tienen sus oyentes.

En Sonora, desde la época prehispánica, la música acompañaba los rituales que regían las mitologías y las tradiciones.


Durante el mandato de Porfirio Díaz, en el estado había variadas orquestas y músicos. La música entonces tenía una marcada influencia europea. Invariablemente, las bandas militares utilizaban percusiones. Había orquestas sobresalientes como la de los hermanos Valdez, los Caballeros, la Gastélum, la Sánchez, la Ureña y la de Ramiro Ibarra, que procedía de Sinaloa y fue considerada la mejor de Sonora.

Pronto la Música adoptó las influencias norteamericanas, el jazz y el blues dejaron sentir su melancolía, el banjo se incluyó así como un instrumento decisivo en los nuevos ritmos y cadencias.  En los 30’S destacaron orquestas como las de los indios Mayos, la de los Malcriados, Los Embajadores del ritmo, la Anguiano y la Pérez, los hermanos Othón, etc.
En 1937 se formó el primer mariachi sonorense, llamado “La Voz de la Frontera”; Venido de Navojoa, se traslado a Nogales en 1942, cuando se promulgó la llamada “Ley del silencio”, que prohibía a los músicos hacer escándalos en vía pública. Para los 50’s el movimiento musical tenía gran efervescencia, se incrementó la enseñanza oficial.

La invasión del rock and roll vino a cambiar el ambiente musical sonorense. Los músicos del estado que tocaban en bandas y orquestas perdieron grandes oportunidades de trabajo en el auge de los discos. En los 70’s y principios de los 80’s, los grupos de la música moderna fueron sustituidos por la música disco.


En la actualidad existe la Orquesta Juvenil de Sonora (Ojuson), fundada en 1990, con el fin de llevar música orquestal a diversas comunidades e impulsar así el talento musical de los jóvenes como parte integral de su educación.










La música popular sonorense y su expresión en el género norteño.
Por música popular se entiende aquella que recoge el sentir de la población, su forma de interpretar el mundo a través de las melodías que adquieren mayor aceptación y que parecen representar los valores y sentimientos que se afianzan en la comunidad.
La música romántica de tríos y solistas; promovió la música de grandes orquestas que con los ritmos importados de Estados Unidos y del Caribe se adecuaban a los gustos de jóvenes asiduos a los grandes salones de baile.

La música del norte que se transmitió fue representada por Los Alegres de Terán, Don Tómas Ortiz, entre otros mas. Los sonorenses tuvieron gran cercanía con dichos grupos porque llegaron a interpretar composiciones sonorenses.

Los Alegres de Terán.


Don Tómas Ortiz
Actualmente, en las fiestas patronales de los pueblos, los conjuntos norteños tienen una importanci capital, sin ellos la fiesta no existiría. Es común que la gente se reúna alrededor de los grupos para disfrutar de las melodías y bailar al son del acordeón o un bajo-sexto. 

El conjunto norteño se ha convertido en el grupo musical típico preferido por una vasta región del estado; conocidos como “los tacatacas”, alegran los festejos familiares y dan color y vida a la historia musical sonorense.


El corrido.

Los compositores y letristas que musicalizan los acontecimientos de la historia local producen los llamados corridos. El corrido sonorense es directo y sencillo, lírico y sugestivo, cumple con el ser del depositario de la memoria popular. Entre ellos podemos mencionar La cárcel de Cananea, El prófugo de Sonora, el Corrido de Pancho Guzmán.

La cárcel de Cananea

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